Parlamento británico aprueba ley polémica que prohíbe solicitar asilo a migrantes irregulares
El Parlamento británico ha aprobado en la madrugada del martes una controvertida ley sobre inmigración que ha generado amplias críticas tanto dentro como fuera del país. La nueva legislación busca evitar que los migrantes que lleguen de manera irregular al Reino Unido puedan solicitar asilo en el país, y es considerada una prioridad por parte del primer ministro Rishi Sunak y su gobierno conservador, quienes han expresado su compromiso de detener la inmigración ilegal.
En 2022, más de 45.000 personas alcanzaron las costas inglesas de manera irregular a bordo de pequeñas embarcaciones, y en lo que va de este año, se han registrado más de 13.000 llegadas irregulares. Ante esta situación, el gobierno británico ha buscado tomar medidas para enfrentar el flujo migratorio.
Sin embargo, la aprobación de esta ley ha generado una serie de críticas y preocupaciones, tanto dentro del Reino Unido como en el ámbito internacional. La ONU ha expresado que esta legislación va en contra del derecho internacional, específicamente en lo que respecta a los derechos humanos y a los refugiados. Los jefes de las agencias de la ONU encargadas de estas cuestiones, Volker Türk y Filippo Grandi, han señalado que la ley entra en contradicción con las obligaciones del Reino Unido en materia de derechos internacionales.
La nueva ley no solo busca impedir que los migrantes irregulares puedan solicitar asilo en el país, sino que también busca que estos sean detenidos y expulsados rápidamente, ya sea a su país de origen o a otro Estado, como Ruanda, independientemente de su lugar de procedencia.
El año pasado, el Reino Unido llegó a un acuerdo con Ruanda para enviar a migrantes en situación irregular a ese país, pero hasta el momento no se ha realizado ninguna expulsión en el marco de este pacto. La justicia ha cuestionado la legalidad de este proyecto, y a pesar de algunas objeciones y enmiendas presentadas en el Parlamento, finalmente fue aprobado.
El texto de la ley sobre inmigración deberá ser ratificado por el rey Carlos III para que entre en vigor. Mientras tanto, tanto defensores como críticos de esta medida continúan debatiendo su impacto en la política migratoria y en el respeto a los derechos humanos.
